REDACCIÓN: Dalia Linares
La mezcla de risas, maravillosas historias y un dulce amor, es lo que brindan las personas de la tercera edad, quizá los identifiques con tus abuelos, tíos mayores, un vecino o vecina que conociste de casualidad, pero que dejó un lindo recuerdo en ti.
¿Pueden creer que entre un 4 y un 6% de los adultos mayores, han sufrido violencia? Así es, pero no debería serlo. Porque la violencia no solo es física, sino también psicológica y, lamentablemente, existen personas que se aprovechan de la vulnerabilidad de su edad, sin pensar en que algún momento, ellos, seremos nosotros, sin pensar en que es probable que lleguemos también a esa edad, sin pensar en que tienen sentimientos, que podemos dañarlos con nuestras palabras o burlas y, sobre todo, olvidando que también tienen derechos que los protegen de este tipo de personas.
La efeméride, fue proclamada por la ONU, con la finalidad de recordar a toda la población que no están solos, que pueden denunciar del maltrato, abuso y sufrimiento que muchos reciben, además de informar sobre lo que podemos hacer las personas que somos testigos de este abuso, denunciando, ayudándolos y no volviéndonos cómplices.
Palabras como: “Ya te lo repetí mil veces”, “Tú que no tienes nada que hacer, cuida a los niños”, “Ya estás grande para manejar tu dinero”, “La tecnología, no es para viejos”, “No lo hagas, ya no estás para eso”, “¡Nada entiendes!” … Pensemos en nuestros abuelos, nuestra familia. Imaginemos lo horrible que sería ver cómo los menosprecian, subestiman y regañan a veces porque no entienden lo que les dicen, porque se olvidan de ciertas cosas o porque simplemente no saben cómo hacer alguna actividad. ¿Lo imaginas? Es horrible, ¿cierto? Estas personas son la propia y viva experiencia en carne y hueso, de los que podemos aprender muchísimo. No olvidemos que llegaremos a esa edad, donde querremos que nos tengan paciencia y que nos sigan dando afecto. ¡Cuidémoslos, respetémoslos y valorémoslos! Devolviendo todo el amor que dieron.